Los resultados de la investigación llevada a cabo por un grupo de investigadores de Gijón y de Santiago de Compostela desentrañan un mecanismo por el qué ejercen el poder regenerativo las células madre uterinas, y afianzan el valor científico-tecnológico del secretoma obtenido de esas células para su aplicación en medicina, por su potente efecto anti-inflamatorio y regenerativo.

Los resultados del estudio, financiados por la “Fundación para la Investigación con Células Madre Uterinas” (FICEMU), fueron recientemente publicados en la prestigiosa revista “Experimental Eye Research”. En la investigación participaron investigadores de la Unidad de Investigación de la Fundación Hospital de Jove, de Gijón (Francisco Vizoso, Noemí Eiró y Jorge Saá); del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad De Santiago de Compostela (Román Pérez Fernández, Juan Sendón-Lago, Samuel Seoane y Anxo Martínez-Ordóñez); del Departamento de Oftalmología del Complejo Hospitalario De Santiago (Francisco González); y del Departamento de Biología de la Universidad de A Coruña (María Álvarez Bermúdez).

Los investigadores demostraron en un modelo experimental de ojo seco en conejos, a los que se les provocaron luego úlceras en la córnea, que la aplicación tópica de medio condicionado (producto obtenido en el laboratorio a partir de la secreción de las células madre del cuello uterino en medio de cultivo), acelera la curación de las heridas de la córnea a mayor velocidad y eficacia en comparación con el tratamiento estándar utilizado para este tipo de proceso (lágrimas artificiales de hialuronato sódico). Además, los autores identificaron que, de todos los factores de reconocido efecto regenerativo que contiene el medio condicionado, dos proteínas (los inhibidores tisulares de las metaloproteasas tipo 1 y 2) fueron las principales responsables de la acción curativa.

Estos resultados refuerzan científicamente el valor del producto derivado de las células madre Uterinas para la curación de las enfermedades de la superficie ocular, como el síndrome de ojo seco. Esta enfermedad es una de las más frecuentes en oftalmología, estimándose que afecta al 15-20% de la población de nuestro medio. Esta afección se caracteriza por una pérdida crónica de la producción de lágrimas. Ello condiciona, a su vez, irritación ocular e inflamación que finalmente deriva en la formación de úlceras en la córnea que puede ocasionar ceguera a lo largo del tiempo. Ambas, la inflamación y las úlceras de las corneas estimulan la expresión de metaloproteasas, enzimas que conducen a la destrucción del tejido y formación de cicatrices fibrosas. Consecuentemente con estos datos experimentales prometedores, se están, en la actualidad, prosiguiendo los pasos para la puesta en marcha de un ensayo clínico en pacientes con síndrome de ojo seco en su forma moderada-severa.

Según los autores, los resultados ahora publicados resultan muy relevantes porque también permiten conocer nuevos aspectos de la regeneración de los tejidos y de los efectos potencialmente terapéuticos de los productos derivados de las células madre. Esos datos se añaden a otros publicados por esos mismos autores sobre los efectos anti-tumorales, anti-inflamatorios y anti-microbianos del secretoma de las células madre uterinas. Además, los resultados que se derivan de sus investigaciones están en la línea de una nueva tendencia en ciencia y medicina que consiste en utilizar los productos derivados de las células madre en lugar de directamente a ellas mismas, evitando, así, los inconvenientes del trasplante de células vivas proliferantes en medicina regenerativa.

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